miércoles, 6 de septiembre de 2017

10 consideraciones sobre el caso Maldonado (editorial del 3/9/17 en No estoy solo)

1)      Una desaparición forzada supone la intervención de fuerzas del Estado y no necesariamente un plan sistemático como el de la dictadura. Que exista una desaparición forzada es ya de por sí enormemente grave. No se necesita decir que es el desaparecido 30001 como para hacerlo más grave aún. Equiparar ansiosamente situaciones actuales con las de la dictadura, más que darle gravedad a un hecho presente, puede acabar relativizando la magnitud de lo que significa un genocidio  
2)      Igualar una desaparición a secas con una desaparición forzada es fruto, o bien de la ignorancia, o bien de la mala fe, pues en el primer caso se trata de un asunto policial y, en el segundo, se trata de un asunto político. Que la funcionaria responsable no pueda identificar la diferencia es, de por sí, una buena razón para alarmarse y exigir que dé un paso al costado
3)      No hace falta decir que la víctima es un ángel. La violencia institucional debe repudiarse siempre independientemente de la calidad moral de las personas, esto es, independientemente de si es un ángel o un demonio.
4)      Exigir la aparición con vida de Maldonado es un objetivo y un bien en sí mismo. Tal exigencia, entonces, no te compromete necesariamente con la reivindicación mapuche y menos aún con algunas de las acciones violentas de grupos minoritarios
5)      Que el pedido de aparición con vida de Maldonado se haya transformado en una bandera del kirchnerismo y la izquierda no lo transforma en una bandera partidaria o facciosa
6)      Que el pedido de aparición con vida de Maldonado sea una reivindicación no facciosa supone repudiar esta suerte de contabilidad de muertos/desaparecidos que pertenecerían a cada uno de los bandos. No aceptes, entonces, que, en una discusión, se hable de Julio López, Arruga y/o Nisman, o, en todo caso, pedí que se esclarezcan las razones de sus muertes independientemente de qué intereses pudieran verse afectados.   
7)      Ser de derecha no te obliga a defender al gobierno ni a la gendarmería. Ser antikirchnerista tampoco. Ni el gobierno ni la gendarmería suelen pedir tanto ni a los ciudadanos que como idiotas útiles salen en su defensa ni a los periodistas que por convicción, estupidez o venalidad pretenden confundirlo todo
8)      Tu odio al kichnerismo no merece que te tomen el pelo. Por ello, si un periodista, antes de investigar la desaparición forzada de  Maldonado, te habla de unos supuestos terroristas mapuches que mantienen reuniones cotidianas con La Cámpora y la Universidad de las Madres, además de recibir apoyo logístico y financiamiento de parte de las FARC colombianas y de extremistas kurdos, demostrale que no sos un imbécil. Explicale que podés estar en contra del kirchnerismo y no creer semejantes estupideces solo comparables con el comando venezolano iraní con adiestramiento en Cuba que, según otro periodista del mismo Grupo, habría estado implicado en la muerte de Nisman. Si tras esa aclaración el periodista embiste nuevamente y te dice que la reivindicación por territorios ancestrales es similar a la reivindicación que realiza ISIS, reíte y, si vas a seguir consumiéndolo como periodista, hacelo irónicamente
9)      Si la gravedad de los hechos y la presión social logra instalar el tema en agenda y unas horas después estás discutiendo sobre la conveniencia de hablar del caso en las escuelas, el supuesto regreso de la violencia política y las más disparatadas hipótesis, habrás comprobado que los medios no determinan qué vas a decir pero sí influyen en el tema sobre el que crees que es necesario opinar

10)   Es inverosímil, o a lo sumo prematuro, afirmar que Macri o P. Bullrich hayan creado un plan para desaparecer a Maldonado. No obstante son responsables en dos sentidos, uno más directo y legal, en tanto responsables del gobierno y la seguridad, y otro más indirecto y cultural en tanto responsables de un clima de época en el que las fuerzas represivas sienten tener vía libre para actuar

4 comentarios:

martin flaco dijo...

Yo soy martín y estoy escriendo en este blog .¿Donde está Santiago Maldonado ?
Gracias por tu generosidad y por tus grandes aportes .
Mi admiración de siempre y esperando un nuevo libro tuyo

Marcelo, el gaucho dijo...

No tengo idea de quién seas, y es la primera vez que te leo (leo muchísimos blogs de política), pero tengo que felicitarte: este es un post casi perfecto. Breve, sin agregados inútiles, y prácticamente completo en sí mismo. Mis más sinceras felicitaciones.

Marcelo, el gaucho

Dante Augusto Palma dijo...

Martín querido!! Gracias, como siempre, por estar ahí.

Dante Augusto Palma dijo...

Marcelo! Mil gracias por tus palabras. Son generosas. Te mando un abrazo grande!