jueves, 30 de junio de 2011

Elecciones (publicado el 30/6/11 en Veintitrés)

Si hay algo que podría caracterizar al país que logró sistematizar eficazmente el registro de huellas digitales como signo identitario, es la utilización del dedo en el ámbito de las construcciones políticas.

Por ello no es de extrañar que María Eugenia Vidal, Adrián Pérez, Jorge Selser, Javier González Fraga, Norma Morandini y Cristian Castillo entre otros, sean compañeros de fórmula para cargos ejecutivos designados a dedo. Claro está, también lo fueron los candidatos del oficialismo, Carlos Tomada, Gabriel Mariotto y Amado Boudou. Por último no me quiero olvidar del candidato de Duhalde, Mario Das Neves, aunque en este caso hay que ser más precisos. En otras palabras, a la hora de comprender el modo en que se designó como compañero al gobernador de Chubut, habrá que tomar la línea de esa España que tanto maravilla al ex presidente a pesar de sus guerras civiles, sus dictaduras impunes y los pactos de La Moncloa que generan poco bienestar y mucha indignación. Digamos entonces, que para designar a Das Neves, más que “dedo”, hubo “falange”.

Ahora bien, independientemente del rezongo de quienes tienen que escribir una nota crítica hacia el oficialismo todas las semanas, que las designaciones de compañeros de fórmula se hagan de este modo es lo más natural pues esos lugares son los que, justamente, se intercambian al momento de realizar frentes o alianzas. Si bien podría hacerse, sería bastante descabellado realizar internas cerradas, o abiertas, para designar este tipo de postulaciones. En todo caso, parece razonable dejar que cada fuerza haga su propuesta y que la ciudadanía decida en las elecciones correspondientes.

Pero me quedo con otra faceta del dedo y es la que se mencionaba al inicio de esta nota, esto es, su relación con la identidad. Aún haciendo la salvedad que, desde mi punto de vista, determinar quién se es en función de las huellas de los dedos supone un reduccionismo biologicista, podría servir como punto de inicio para una reflexión acerca de la identidad del kirchnerismo. En otras palabras, ya que, de todas las designaciones, la que más estruendo ha generado es la de Amado Boudou, cabe preguntarse acerca de la significancia de tal elección.

Digamos, por lo pronto, que antes de saberse el nombre, algo quedaba claro: a diferencia de la elección de 2007 y la de 2003 no hacía falta un vice que sumara votos pues aquí, votos sobran. No se necesitaba ni un Scioli con buena imagen ni un gobernador radical que representara a las boinas blancas desencantadas.

En este contexto, el gobierno, sin duda, tiene un margen de maniobra para dar otro tipo de señales. Una de ellas, era que, dado que uno de los pilares del modelo es el recambio generacional, el vice debía ser joven. En esta línea, parecía natural que el designado fuese Juan Manuel Abal Medina pues probablemente sea el que tiene la mejor formación política y es el hombre con mayor proyección. Sin embargo, hay elementos que le jugaban en contra. Por un lado, la portación de apellido haría que todo el periodismo militante de derecha agite los fantasmas de chavismo, sovietismo, setentismo, montonerismo y cualquier “ismo” que dé miedo a la clase media, lo cual incluye al draculismo y a cualquier abismo, incluso el mal que aqueja a los hinchas de River: el fantasma de la B-ismo. Pero además, exponerlo a la vicepresidencia supondría quitarle la posibilidad de una reelección (en 2019) por tener en su haber ya un cargo ejecutivo. En esta línea, mi hipótesis es que Abal Medina tiene buenas chances de ser Jefe de Gabinete desde 2011 y desde allí, eventualmente, ser uno de los principales hombres que dispute la presidencia en 2015 con la bandera del oficialismo.

La elección de Boudou, entonces, supone otro tipo de señal: por un lado apunta a la clase media pues en tanto Ministro de Economía es el garante de que el modelo de crecimiento y consumo de la mano de paritarias que siempre están un pasito arriba de la inflación, se mantenga, independientemente de las transformaciones estructurales que, seguramente, el próximo ciclo demandará. Por otro lado, Boudou es un hombre con buena llegada a la CGT y a los Organismos de Derechos Humanos. Tal relación no deja de sorprender pues el ministro no proviene precisamente del peronismo profundo ni es el representante de la lucha incansable que se lleva aquí desde hace 35 años. Pero, sin embargo, son varios los gestos que ha tenido y que lo han catapultado a formar parte del círculo de confianza.

Ahora bien, independientemente de estas razones más o menos coyunturales, una lectura un poco más profunda podría interrogar acerca del modo en que esta designación marcará lo que viene. En esta línea hay que advertir que nunca un vicepresidente ha tenido demasiada relevancia ni la tendrá pero quienes acusan al kirchnerismo de haber elegido “a un liberal arrepentido” merecen una respuesta. Así, cabe indicar que en caso de obtener una reelección en 2011, se verá seguramente un kirchnerismo distinto, no sólo por ser póstumo sino porque frente a los apresurados que publican best seller de autoayuda para opositores, el kirchnerismo es un proyecto inacabado cuya identidad está en plena transformación. Podría decirse, incluso, que lo que hoy entendemos por kirchnerismo es algo que apareció con fuerza, no en mayo de 2003 sino a lo largo de ese mal trance que fue la 125. Esto no debe dejar de soslayo los hitos que marcó aquel primer período pero parece claro que en el caos en el que estaba sumido el país aún en 2003 hizo falta emparchar, utilizar mucho los codos y apenas proyectar algunos cimientos de lo que iba a venir bastante después. Probablemente esto haya sido menos un plan que una necesidad histórica pero poco importa eso ahora.

Respecto a lo que vendrá, convengamos que, para predicciones, ya existen los Nostradamus vernáculos. Pero, en todo caso, los antecedentes mediatos e inmediatos dejan entrever que la mejor forma de enfrentar grupos económicos no es priorizando la negociación sino avanzando para, en todo caso, marcando la cancha, aceptar un diálogo. Ese ha sido un signo distintivo del kirchnerismo que se ha mantenido incólume a lo largo de estos ocho años.

El resto será la consecuencia de los nuevos actores que ingresan a la política y que tienen en sus manos la inmensa responsabilidad de dotar de identidad a un proceso abierto con tensiones y contradicciones pero que ha demostrado un inmenso afán de avance desnaturalizando profundas tradiciones arraigadas en el sentido común del ciudadano medio.

Las disputas intestinas que seguramente sobrevendrán, no por el hecho de la imposibilidad institucional de una nueva reelección, sino por la más estricta condición humana, dirimirán de aquí a dos o tres años, seguramente, la nueva fisonomía del kirchnerismo con características comunes con su pasado inmediato pero consciente de que los nuevos escenarios plantean tanto batallas cuyos rostros, en algunos casos, no se conocen, como viejas guerras con poderes fácticos que venderán cara su derrota.

Realizando un trazo más grueso sobre aquello que ya es y, a su vez, explorando nuevas posibilidades e identificaciones, las huellas digitales del proceso exigirán precisiones que dependerán de un acompañamiento activo pues que todo quede en manos de una persona idónea puede ser una tranquilidad pero es también una debilidad. De aquí que la ciudadanía deba atender las decisiones, las sugerencias, escuchar a los dedos, pero también comprometerse, siempre y cuando, claro está, desee sumar su propio dedo a aquellos que el kirchnerismo ha metido en esos lugares recónditos donde más duele.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vos sabes quien soy... Si lo descubris me avisas por twitter... Pero esta bueno esto de encontrar a alguien que diga lo que pensas... Por eso confio!! Chau velezano abrazo...

Anónimo dijo...

a ver, veamos.
1- "Las paritarias siempre arriba de la inflacion". Cuales son las paritarias de los Jubilados, de los que trabajan en negro y de los desocupados?
2- Si votos sobran, que necesidad hay de no poner a abal medina y si a boudu para guiniar a la clase media? Al final flaco, sobran o faltan votos?? Decidite.
3-Lo de la lucha incansable por los derechos humanos (35 anios decis) incluyen los anios de la circular 1050 usufructuada por los Kichner, o la represion en Santa Cruz en diciembre del 2001?
4- Por ultimo, tu negacion de la realidad y abuso empalagoso de discursos anacronicos: cuando nombras grupos economicos concentrados a que te referis? A la fundacion Madres que es la segunda empresa constructora de la argentina, a los casinos de cristobal lopez, o a la terrible confrontacion con el grupo Ezquenazi?

Lo bueno de todo esto, es que los oportunistas y estrellitas fugaces del firmamento se van a tener que purgar largo y tendido cuando toda esta mentira se termine...