miércoles, 12 de agosto de 2009

El fútbol como derecho y como servicio (publicado originalmente en www.lapoliticaonline.com el 12/8/09)

Finalmente, se cumplió con lo que se venía murmurando en los pasillos. La AFA rescinde unilateralmente el contrato con TSC y el grupo Clarín enfurece de una manera pocas veces vista. A la “trasmisión en cadena” del reportaje al dueño de TyC, en el que no faltaron ni apelaciones a la piedad ni amenazas, se le ha sumado la burda operación de adjudicar un pacto entre dos seres endemoniados: Kirchner y Grondona. Ya sabemos que el ex presidente es el hijo de Belcebú, pero la novedad está en que el otrora “Don Julio”, experimentado y sabio, aparece ahora como un mafioso enquistado en el poder. La primera buena noticia de todo esto, es que, enfurecido el multimedio, probablemente, saldrán a la luz todos los negociados de Grondona que el multimedio hasta aquí tapó. La segunda buena noticia es que se acaba un monopolio que afectaba a los simpatizantes que debían pagar cuantiosas sumas por acceder a ver los partidos y se beneficia a los clubes que alcanzarán una suma más acorde con lo que el negocio genera. Lo que vendrá ahora son las operaciones de prensa, las amenazas y algunos abogaduchos embarrando la cancha. Pero lo que está por detrás de esto es una discusión conceptual: ¿es necesario que el Estado intervenga en el negocio del fútbol? En otras palabras, ¿es posible pensar que el fútbol es un derecho y que, en tanto tal, es un deber del Estado garantizar el libre acceso al mismo a través de las transmisiones vía canales de aire? Seguir leyendo esta nota aquí

1 comentario:

purpurasangre (Mel) dijo...

Hola Dante, leí la nota, está bien hecho el análisis, pero me parece que es excesivo para lo que pretende resolver: es decir, realmente pensás que hay que preguntarse si el fútbol es un derecho?... por más vueltas que le queramos dar al asunto, saltando los argumentos de unos y otros debe quedar un espacio para el sentido común, ya no crítico, aquel que indica que de ninguna manera el fútbol puede ser pensado como un derecho, no hay forma política de argumentar esa farsa.
Si la idea es apoyar esta medida, hay que cambiar el eje del análisis, ya que este en particular no es sensato.
Besos
Mel